DOMINICOS PERÚ
PROVINCIA DOMINICANA
SAN JUAN BAUTISTA DEL PERÚ
EL ESTUDIO EN LA VIDA DEL DOMINICO
Una característica especial de la Orden de Predicadores es tener el estudio, por voluntad del mismo Santo Domingo, inserto en su ideal de vida religiosa y dirigido al ministerio de la salvación. Estudiar, predicar y fundar conventos en las grandes ciudades, era la obra de la Orden desde su fundador.
El móvil del estudio del dominico es buscar ser útiles a los demás. Estudiando se adquiere la sabiduría divina para servir a la Iglesia y a la humanidad.
Como buscador perenne de la verdad el fraile cultiva también la inclinación a la verdad a los demás.
Cuando un joven entra en el proceso de formación dominicano, una primera exigencia que encontrará es la de encarnar en su ser el hábito del estudio, que lo alcanzará con disciplina y con la aplicación de todas sus fuerzas a este propósito.
El “objeto del estudio” dominicano es naturalmente la revelación de Dios, que luego de un proceso de progresivo desvelamiento se dio a conocer en Cristo y el Espíritu Santo lo comunica a la Iglesia. Esta es la luz de la que el predicador se ilumina y se hacer portador a los hombres. Las fuentes ineludibles del conocimiento de la verdad son la Tradición y la Escritura, pero Dios tiene también otros caminos y se da a conocer mediante otras realidades, a las que el dominico ha de acceder y estar atento.
Los dominicos no son un grupo aislado, sino que, están en la Iglesia para sentir y realizar su vocación con ella y desde ella. Por ello, la Orden para ser fiel a sí misma y a Dios, es obediente al Magisterio eclesial y está a su servicio, para colaborar en sus tareas doctrinales. Así mismo, tienen un lugar especial en el estudio dominicano las enseñanzas de los Santos Padres y de las grandes figuras del pensamiento cristiano, entre los cuales destaca de un modo especialísimo Santo Tomás de Aquino. Además, santo Tomás, como hijo predilecto de la Orden, es un ejemplo que ha de motivar a los frailes en su dedicación al estudio y en su búsqueda de la Verdad.
El estudio para el dominico es un gran instrumento para vivir en plenitud su vida consagrada mediante los consejos evangélicos, para hacer de él un hombre contemplativo y para fomentar su vida de santidad.