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Fr. Lino Dolan Kelly, O.P.

ESQUEMA DE ENCÍCLICA
DIOS ES AMOR
SS. BENEDICTO XVI
25 – 12 – 2005

“DIOS ES AMOR”  (1 Juan 4, 8)

INTRODUCCIÓN

 

  • La Encíclica tiene 2 partes

Especulativa – puntos esenciales sobre el Amor que Dios, gratuitamente, ofrece al hombre y la relación de ese amor con el Amor humano.

Aplicación concreta de cómo cumplir el mandato de amor al prójimo.- elementos fundamentales del compromiso humano frente al amor Divino.

PRIMERA PARTE:

LA UNIDAD DEL AMOR EN LA CREACIÓN Y EN LA HISTORIA DE LA SALVACIÓN

 

2. Un problema de lenguaje:

La palabra: AMOR – aceptaciones distintas en diversas culturas y en el lenguaje actual:
Se habla de AMOR a la Patria; para la profesión o el trabajo; entre amigos; entre padres e hijos; entre hermanos y familiares; al prójimo y a Dios y, por supuesto, entre un hombre y una mujer.
¿Se trata de una misma palabra que se utiliza para indicar realidades totalmente distintas?

 

3. <Eros> y <Ágape> - diferencia y unidad (palabras griegas – distintas clases de amor)

            <EROS> - sentimiento de amor entre un hombre y una mujer – no totalmente voluntario. (Aparece 2 veces en AT y nunca en el NT)
<FILIA> - amor de amistad – palabra utilizada en el Evangelio de S. Juan para expresar la relación entre Jesús y sus discípulos
<ÁGAPE> - amor humano que busca el bien del amado/a; ya no se busca solamente satisfacer a si mismo (placer sexual – amor propio o egoísta) sino a preocuparse del otro y se convierte en renuncia, sacrificio.

El Papa dedica este parte a hacer un análisis del concepto poético del amor como “locura divina”.  En las religiones paganas ha habido los ritos de fertilidad, convirtiendo a unas mujeres en prostitutas sagradas, confundiendo el placer sexual con amor humano y divino.
Unos filósofos, como Federico Nietzche,  han acusado a la Iglesia a “envenenar”el <Eros>, a degenerarlo en un vicio, prohibiendo la alegría que el Creador ha puesto en el hombre-

 

4. ¿El cristianismo realmente ha destruido  el <Eros> - el placer sensual? Es cierto que los paganos lo consideraban como una “fuerza divina”, como “comunidad con la divinidad, un acto religioso.  Pero sabemos que en el Antiguo Testamento, que propone una religión monoteísta, se opuso con firmeza a la perversión de la religiosidad. No combatió el <Eros> sino las desviaciones destructivas. El <Eros> necesita disciplina y purificación para dar al hombre y a la mujer no un placer para el instante sino un modo de hacerle pregustar la felicidad eterna.

 

5.  El hombre no es ni alma ni carne sino persona. Su atracción al sexo opuesto es, o debe ser, cuando ama en cuerpo y alma y este requiere purificación, maduración que sana la relación. Exaltar solamente una relación carnal degrada <Eros> a sexo puro y lo convierta en mercancía.  La fe cristiana siempre considera al ser humano en su integridad de cuerpo y alma y no solamente como un ser biológico.

 

6, El Papa sugiere que encontraremos una orientación en el Libro el Cantar de los Cantares del AT, historia del amor de un hombre para una mujer que comienza en <Eros> y termina en <ágape>.

 

7.  La fe bíblica: 
¿El concepto de “amor”, transmitido por la Biblia y la Tradición de la Iglesia, tiene algo que ver con la experiencia común de amor o, más bien, se opone a ella?
Dice el Papa que “con frecuencia se oponen.” Amor posesivo – amor donativo; amor que busca el bien del otro – amor que tiende al propio provecho.
Sin embargo, insiste el Papa, el amor <Eros> y el amor <ágape>  nunca llegan a separarse completamente. Se inicia en el <Eros> y si la relación es mutua, con la debida entrega, llega el momento de no solamente recibir sino también de dar, recíprocamente pensando en el bien del amado/a.
Quien quiere dar amor, debe, a la vez, recibirlo como don.

 

8,  Primera respuesta a las 2 preguntas del inicio:
    * El amor es una única realidad con dimensiones diversas. Cuando se separa las 2 dimensiones completamente una de la otra, se produce una caricatura, una forma mermada del amor. 
*  La fe bíblica no se opone al fenómeno de amor humano sino asume a toda la persona humana e interviene en su búsqueda de amor para purificarlo, abriéndose a nuevas dimensiones.

La novedad de la fe bíblica
 

9.  La primera novedad bíblica, al contrario de las religiones paganas con su multiplicidad de dioses y la potencia divina de los filósofos, nos revela que hay un solo Dios quien ama a su pueblo. Este amor es, a la vez, <Eros> y <ágape>.

 

10. El amor que Dios tiene al hombre es a la vez Eros y ágape porque se da gratuitamente y sin que el hombre lo merezca y, sobre todo, porque es un amor que perdona.

 

11. La segunda novedad bíblica refiere a la imagen del hombre. En el primer momento del relato sobre la creación, el hombre se encuentra solo y se siete incompleto. Hace falta algo para se siente completo. Su complemento es la mujer. Solo en comunión con el otro sexo puede considerarse completo. “Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá con su mujer y serán los dos una sola carne” (Gen 2, 24)

Según este relato, el <Eros>  está enraizado en la naturaleza misma del hombre. Es el Eros que orienta al hombre hacia el matrimonio.  Ambos, hombre y mujer, representan a la humanidad completa.
A la imagen del Dios único, monoteísta, corresponde el matrimonio monógamo, un hombre y una mujer. El matrimonio se base en un amor exclusivo y definitivo, reflejando la unicidad de Dios en relación con su pueblo.

Jesucristo, el amor de Dios encarnado

 

12. Aunque el pueblo de Israel es infiel en su relación con el Dios que ama, Él perdona y envía a su Hijo, hecho hombre. Escuchando las parábolas de Jesús, aprendemos en que consiste el Amor que Dios nos tiene. (El pastor que busca a la oveja perdida, el hijo pródigo, etc.) Es en la cruz donde el cristiano define realmente que es el Amor.

 

13. La Eucaristía en la perpetuación del acto supremo de Amor, el nuevo maná, es el aspecto místico de la relación con Dios, nuestra integración en su misterio.

 

14. Pero, hay otro aspecto que es de carácter social – la unión con Cristo en el sacramento es, a la vez, la unión con los demás que también comulgan. No puedo tener a Cristo solamente para mí. De allí surge el doble mandamiento de Amor a Dios y al Prójimo. El Ágape se convierte en Eucaristía.
“Solamente a partir de este fundamento cristológico – sacramental se puede entender la enseñanza de Jesús sobre clamor.”  Dice el Papa: “Una Eucaristía que no comporte un ejercicio práctico del amor es fragmentaria en si misma.”

 

15. Mi prójimo es cualquiera que tenga necesidad de mí y que yo pueda ayudar. El amor es el criterio definitivo sobre la valoración positiva o negativa de una vida humana. (Mt 25, 32ss).

Amor a Dios y al Prójimo

Los números 16 a 18 intentan contestar 2 preguntas fundamentales:

 

  • ¿Es realmente posible amar a Dios aunque no se le vea?

  • ¿Se puede mandar el amor?

Primero el Papa toma el punto de vista negativo tan común entre los no creyentes. A la 1ª pregunta nos dicen que Nadie jamás ha visto a Dios, entonces no se le puede amar.
A la 2ª, dicen que el amor es un sentimiento que no puede ser creado por la voluntad, entonces no se puede mandar a alguien que ame.

Sin embargo, dice el Papa, en referencia a la 1ª, Dios no es de todo invisible para nosotros. Dios nos ha amado primero y ese Amor ha aparecido entre nosotros en Cristo Jesús. Experimentamos el Amor de Dios en  la vida sacramental y en la Iglesia. Y, en segundo lugar, no nos impone el amor porque el nos ha amado primero y nosotros le amamos como respuesta a su amor.

El amor no es simplemente un sentimiento – sentimientos vienen y van. El sentimiento es como una chispa inicial pero no es la totalidad del amor. El amor maduro es una expresión se sentimiento, entendimiento y voluntad.  Es el proceso que se ha mencionado anteriormente  de purificación y maduración mediante el cual el <Eros>  llega a su plenitud. Es un proceso, siempre en camino. El amor crece a través de amor.

SEGUNDA PARTE

EL EJERCICIO DEL AMOR
POR PARTE DE LA IGLESIA
COMO “COMUNIDAD DEAMOR”

La caridad de la Iglesia como manifestación del amor trinitario

 

19. El Papa manifiesta la finalidad de esta 2ª Parte de su Carta: el amor es el servicio que presta la Iglesia para atender constantemente los sufrimientos y las necesidades, incluso materiales, de los hombres = servicio de la caridad.

La Caridad como tarea de la Iglesia

 

20 – 24. El Papa hace un recorrido rápido de la práctica de la caridad desde los relatos de los servicios de la Iglesia desde sus comienzos como está relatado en los Hechos de los Apóstoles con la institución de las diaconías. También encuentra la práctica de la caridad en las vidas de los hombres y mujeres en los primeros siglos de su existencia.

 

25. Después de estas reflexiones históricas, el Papa apunta 2 datos esenciales:
1. La naturaleza íntima de la Iglesia se expresa en una triple tarea; anuncio de la Palabra de Dios, celebración de los

Sacramentos y el servicio de la caridad. Las tareas se implican mutuamente y no pueden separarse la una de las otras.
            2. La Iglesia es la Familia de Dios en el mundo. Ningún miembro de la familia debe sufrir necesidad.

Justicia y Caridad

26 – 27  En estos números, el Papa presenta los argumentos, desde el siglo XIX, que han criticado las obras de caridad de la Iglesia como inútiles para conseguir la justicia para los pobres. Admite algunos elementos de verdad pero indica que se iba formando una conciencia de las estructuras injustas del mundo. Aquí muestra el desarrollo de la Doctrina Social de la Iglesia a través de las Encíclicas Sociales de los Papas desde León XIII (1891) hasta el presente, incluyendo el mensaje anual del Año Nuevo, cada año. Además elogia el trabajo del Consejo Pontificio de Justicia y Paz, especialmente en el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia. El sueño marxista de una revolución para imponer estructuras justas ha desvanecida. Ahora, el problema es la globalización de la economía que requiere un diálogo seria de parte de todos.

 

 

28 – 29: 2 situaciones para comprender relación entre el compromiso necesario para la justicia y el servicio de la caridad:
 

  • autonomía de Estado e Iglesia; relación recíproca. La justicia es asunto del Estado pero también asunto de la fe, en cuanto a la moralidad. Política y fe se encuentran en este punto. Y es precisamente sobre este punto que se trata en la Doctrina Social de la Iglesia. La Iglesia no debe preocuparse en el quehacer político pero no puede quedarse al margen de la búsqueda de la justicia. La sociedad justa no es obra de la Iglesia sino del Estado. Sin embargo, compete a la Iglesia trabajar por la justicia.

  • El amor – la caridad – siempre será necesario  en la sociedad más justa. Nunca será superfluo el servicio de amor. El Estado no puede todo. El Estado, para que no sea puramente burocrático, debe reconocer el principio de subsidiaridad.

Las múltiples estructuras de servicio caritativo en el contexto social actual

30. Situación general del compromiso por la justicia y el amor en el mundo actual:
a. El  avance de los medios de comunicación de masa, su rapidez, hace saber con más facilidad las necesidades a nivel mundial. Los avances de las ciencias y la tecnología hace posible aliviar el sufrimiento a nivel global. Ahora es posible una solidaridad humanitaria que supera las ayudas individuales.
b. Agradece la colaboración entre entidades estatales, ONGs y otras Iglesias a nivel del mundo en el esfuerzo para aliviar el hambre y sufrimiento de muchos pueblos.

El perfil específico de la actividad caritativa de la Iglesia

31.  El imperativo de amor ha sido grabado en el corazón del hombre por el creador y es el fundamento de organizaciones caritativas. Sin embargo, es la presencia del cristianismo en el mundo que reaviva este sentimiento. Los elementos esenciales que constituyen la esencia de la caridad cristiana y eclesial son:

 

  • Una respuesta inmediata a las necesidades en situaciones determinadas, respondiendo a lo del Evangelio en San Mateo, Cáp. 25

  • La actividad caritativa cristiana ha de ser independiente de partidos e ideologías. No está al servicio de de estrategias mundanas.

  • No está en función de proselitismo.

Los responsables de la acción caritativa de la Iglesia

32. Toda la Iglesia es responsable de las acciones de caridad desde el último fiel hasta el Papa. Hay organizaciones internacionales, diocesanas, parroquiales.

33 – 36: Los colaboradores que desempeñan en la práctica de la acción caritativa no siguen una ideología sino actúan por el amor, motivados en el amor a Cristo. Colaboran con el Obispo en los programas diocesanos y parroquiales. Actúan bajo la gracia de Dios con toda humildad, haciendo todo que se pueda. Ejemplo de Santa Teresa de Calcuta.

 

37 – 39; El Papa nota la importancia de una vida de oración para tener las fuerzas a actuar con la compasión de Cristo frente a las necesidades observadas. A pesar de las adversidades, el cristiano persevera, creyendo en la bondad de Dios y su providencia. 
Fe, esperanza y caridad están unidas.

CONCLUSIÓN

40 – 42: El Papa termina la reflexión recordando las acciones caritativas de una serie de Santos, especialmente la Virgen María. Al final, ofrece una oración dirigida a María pidiendo su intervención para ayudarnos en la tarea de practicar la caridad.

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